martes, 13 de enero de 2015

LAS CANTERAS DE YESO DE MONTMARTRE, CUVIER Y EL NACIMIENTO DE LA PALEONTOLOGÍA

 Aquí está la entrada de las canteras de Montmartre donde fueron descubiertos los esqueleos fósiles que sirvieron en 1798 a los estudios de Cuvier, creador de la paleontología.

Cuvier sacó de estas canteras el bloque de yeso en el que descubrió el esqueleto fósil de un oposum, metaterio (grupo al que pertenecen los marsupiales) que vivió en Europa y África entre el Eoceno Inferior y el Mioceno Inferior (47 a 17 Ma aproxm.), al que se conoce como Peratherium cuvieri.
Peratherium.jpg Mandíbula inferior de otra especie de Peratherium: P. blainvillei, conservada en el mueso de la naturaleza de Berlín.

Opossum 2.jpg Oposum de Virginia, Didelphus virginiana.

Como dice el profesor Alsina en el artículo sobre Cuvier en El Catoblepas (la referencia figura en el margen dercho del blog):
En su primer discurso en el Instituto Cuvier ya sugirió que, del mismo modo que los animales que había reconstruido habían sido aniquilados y sustituidos por los que existían en la actualidad, estos, a su vez en el futuro podían ser reemplazados por otros. Sus posteriores investigaciones confirmaron esta imagen de la Tierra puntuada por revoluciones ocasionales.
Esta nueva dimensión de su investigación, que haría que su trabajo, en un principio anatómico, se vinculara a la principal corriente de investigación geológica, surgió de sus estudios sobre fósiles extraídos de las canteras de yeso de Montmartre. Unos restos, que inicialmente habían sido considerados de un perro fósil, resultaron ser, después de una aplicación minuciosa de sus principios anatómicos, tres especies diferentes de un género totalmente desconocido, mucho más alejado de los animales vivientes que cualquier otro fósil estudiado por él hasta el momento.
Cuvier empezó a considerar la posibilidad de que los fósiles de Montmartre fueran mucho más antiguos que los encontrados en las gravas superficiales. A las evidencias anatómicas había que añadir otras de tipo estratigráfico o geológico: los lechos de yeso formaban parte de una gruesa capa de estratos regulares que ocupaban una extensa zona en torno a París. En este punto Cuvier empezó a interesarse por la estratigrafía.
Image illustrative de l'article Cimetière de Montmartre Sobre el lugar que ocuparon las canteras, se inauguró en 1825 el cementerio de Montmartre, tras haber servido de fosas comunes durante las mataznzas revolucionarias.

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