lunes, 7 de julio de 2014

CAPÍTULO II (CONT.): DOCTRINAS PITAGÓRICAS Y DE ARISTÓTELES

 Pitagóricos saludando al Sol en el amanecer
 Pitágoras de Samos (isla del Egeo)
Continuando con el cap. II de los Principios de Geología de Lyell, nos encontramos con un filósofo famoso por su teorema matemático, menos por su ferviente apología del vegetarianismo y creador de un grupo filosófico, la Hermandad Pitagórica, fuertemente mística y que creía en la transmigración de las almas (reencarnaciones), conocida sobre todo por sus estudios matemáticos, musicales, filosóficos y esotéricos, pero de la que poca gente sabe se sus conclusiones "geológicas" (Lyell lista 16 de estas conclusiones, no muy alejadas de la geología del siglo XIX).
Nos cuenta el abogado y geólogo británico que Pitágoras residió por más de dos décadas en Egipto, y según Cicerón visitó Oriente, conversando con los filósofos persas (probablemente magos y sacerdotes zoroastristas), introduciendo en Grecia, a su retorno, la doctrina del deterioro gradual de la raza humana desde un estado original de virtud y felicidad. De acuerdo con el poeta romano Ovidio, su doctrina de la destrucción y renovación de la tierra era mucho más filosófica que la de las religiones (sectas, en palabras de Lyell) egipcias y orientales.

 OPINONES DE ARISTÓTELES: El estagirita (de Estagira, en la península Calcídi-Ubicación de la unidad periféricaca, donde está el Monte Athos) consideraba las catástrofes ocasionales, ocurriendo a intervalos distantes de tiempo, como parte del curso regular y ordinario de la naturaleza).
 Monte Athos, formado por ofiolitas (rocas máficas y ultramáficas oceánicas incorporadas a la corteza continental por obducción), granitos y rocas sedimentarias marinas.
Según Aristóteles, el Diluvio de Deucalión afectó principalmente a la Hélade, en el centro de Tesalia (Grecia continental) y se debió al desbordamiento de los ríos durante un invierno lluvioso. El gramático romano Censorino cita quela opinión d eAristóteles es que había hay inundaciones mundiales alternando con grandes conflagraciones). Aristóteles mantiene en su obra "Meteoros" (o "Meteorológicos, acerca del cielo") que la tierra se convierte en Mar y al contrario. Dice el padre de la biología: "como el tiempo nunca para y el universo es eterno, ni el Tanais (río que separa Europa de Asia, según Estrabón, actual Nedvigovka, al norte del Mar Negro) ni el Nilo pueden haber fluido siempre".

 El filósofo cordobés SÉNECA, hablando de un futuro diluvio dice "Todo animal será generado de nuevo y el hombre libre de culpa será devuelto a la tierra".

ABRAHAM ECCELLENSIS, traductor maronita (sirio cristiano) de obras árabes al latín recoge la idea de que los gerbanitas, secta de astrónomos varios siglos antes de Cristo enseñaban lo siguiente:
"Después de un período de 36.425 años se producía una pareja de cada especie animal, a partir de las cuales se propagaban  por el mundo, pero cuando acababa dicho período, otros géneros y especies de animales eran propagados, así como de plantas y otros seres, destruyéndose el orden antrior, y así una y otra vez".
 I

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