Veamos primero qué tipo de comentarios hace Trump al respecto:
Ahora veamos grandes rasgos los que dice la periodista de izquierdas canadiense Naomi Klein en su libro This changes everything:
Mientras Trump ve las medidas contra el cambio climático como una pesada carga (un lastre) sobre la economía estadounidense, Klein dice que muchos de los cambios que deben ser hechos para reducir drásticamente las emisiones también beneficiarían a la mayoría de personas del planeta, desde que los niños en Pekín puedan jugar en la calle sin usar mascarillas a la creación de millones de empleos de calidad en el sector de las energías limpias. Según Klein, no nos rebelamos contra el cambio climático porque para rebajar las emisiones tendríamos que hacer cosas que entrarían en conflicto con el sistema capitalista desregulado que domina en el mundo actual (el neoliberalismo). Las acciones a realizar son muy amenazadoras para la élite minoritaria que controla nuestras economías, nuestros sistemas políticos y los medios de comunicación de masas. Sin embargo, esto la gente no lo sabe, como dice el gran lingüista y crítico del Nuevo Orden Mundial, Noam Chomsky:
No hacen falta teorías conspirativas ni recurrir al Club Bilderberg para darse cuenta que a esa élite minoritaria ("los amos del mundo") no les conviene que el petróleo y la globalización dejen de dictar las vidas de millones de personas en el mundo. Cristina Martín, periodista sevillana especialista en los Bilderberg, que denuncia a la Clinton como una de ellos, sin embargo, piensa que lo del cambio climático es un invento o exageración de los Bilderberg:
Sin embargo, los poderosos, los "amos del mundo", como la poderosa y riquísima familia Rothschild están en vanguardia del negacionismo climático, como nos cuenta Klein: "Richard Rothschild llegó a la conclusión de que las políticas destinadas a combatir el calentamiento global son, en realidad un ataque al capitalismo americano de clase media, preguntándose si todo el movimiento contra el cambio climático no es simplemente un caballo de Troya verde cuyas entrañas están llenas de dcotrina socioeconómica marxista comunista".
Este Richard Rothschild intervino en la 6ª Conferencia Internacional sobre Alteraciones Climáticas (2011) del negacionista Instituto Heartland, fuertemente ligado a las petroleras (recordemos que los Rockefeller, otros Bilderberg, forjaron su riqueza gracias a la industria petrolera).
Cartel del Heartland tratando de desprestigiar a quien defiende que el calentamiento global es un hecho, al mostrar la foto de un terrorista, supuesto defensor de esta tesis.
Pues bien, volvamos al principio de esta entrada, Trump pertenece a ese universo estadounidense neocon, defensor del capitalismo desregulado, escéptico de la evolución y del cambio climático. Pero no nos engañemos, Hillary Clinton es la candidata de Wall Street, es decir, de las grandes corporaciones entre las que están las grandes petroleras, empresas de electricidad, químicas y farmacéuticas, la industria del automóvil, etc., para las cuales una economía más local y respetuosa con el medio sería una amenaza. Sólo que Trump es un "bocazas" y dice lo que piensa, mientras que la Clintos es taimada, hace el paripé de que está contra el cambio climático, pero después tiene que devolver los favores a Wall Street, y además lo hará con gusto, pues su hija ha contraído lazos familiares con el meollo financiero neoyorquino, además de tener metido hasta el tuétano la ideología neoliberal capitalista.
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