Este artículo no trata del parque periurbano de Monsanto, en Lisboa, creado por Salazar en los años 30, de naturaleza volcánica, con coladas basálticas de 70 Ma, al colisionar la placa ibérica con la euroasiática, ni tampoco con la tristemente famosa empresa de pesticidas y transgénicos norteamericana, sino del inselberg de Monsanto, distrito de Castelo Branco (Portugal, a pocos km de España), donde está la aldea más portuguesa de Portugal, como la declaró Salazar. Se trata de un pueblo precioso con las casas construidas entre bloques de granitos de varios metros de diámetro.
El inselberg, que significa monte-isla en alemán, de Monsanto, emerge sobre la planicie de Castelo Branco, formada por esquistos y grauvacas, elevándose sobre ella más de 300 m. Su origen se remonta a 310 Ma, durante la orogenia varisca (del latín medieval Variscia, patria de la tribu germánica de los Varisci) o hercínica (de las montañas del Herz, también en Alemania), en el Paleozoico Superior.
Con el clima tropical, caliente y húmedo, del cretácico, las aguas comenzaron a circular por las grietas de los granitos paleozoicos, produciendo su disgregación, pero los esquistos y grauvacas neoproterozoicos (610-542 Ma) del Grupo de las Beiras, que rodeaban al granito se alteraban más rápidamente, quedando el macizo granítico alterado en bolas (formando un berrocal o caos de bolas graníticas), destacando sobre el paisaje.
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