El blog pretende ser un punto de encuentro para interesados de Ciencias de la Naturaleza que quieran profundizar en las raíces filosóficas e históricas de las ciencias naturales, así como diferentes aspectos de filosofía, ciencia, metapolítica o geopolítica. "Vère scire est per causas scire" (Bacon)
lunes, 27 de julio de 2015
UN NATURALISTA LLAMADO HENRY W. BATES EN EL RÍO AMAZONAS
En 1863 apareció el libro de Henry Walter Bates sobre su expedición al Amazonas, acompañando a Alfred Russel Wallace, coautor de la teoría de la evolución.
El libro en cuestión tenía el título "El naturalista en el río Amazonas" y el subtítulo "Un registro de las aventuras, hábitos de los animales, esbozo de la vida brasileña e india, y aspectos de la naturaleza ecuatorial, en un viaje de once años". Según Darwin el mejor libro de viajes de historia natural jamás escrito en Inglaterra. En 1864 apareció una versión abreviada, eliminando numerosos pasajes de historia natural.
Wallace y Bates, ambos en la veintena, se inspiraron para su viaje en el libro de 1847 del entomólogo americano William Henry Edwards, "Un viaje subiendo el río Amazonas".
Cap. I. Pará. Llegada a Belem y descripción del país, llamado la atención para la mezcla de riquezas naturales y pobreza humana, aunque destaca la belleza de las mujeres y el buen estado de la capital, en comparación con otras ciudades brasileñas.
Cap. II. La selva pantanosa. Bates se alojó en una casa en la selva donde de día recogía especímenes y de noche los preparaba y escribía notas sobre ellos. Le llaman la atención las raíces-contrafuerte de algunos árboles, como las ceibas.
Cap. III. Fiestas religiosas. Serpientes, titís e insectos. Presenció procesiones católicas como el Cirio de Nuestra Señora de Nazaré (la mayor romería de Brasil, que actualmente congrega dos millones de personas).
Describe el lagarto ápodo Amphisbaena y las hermosas mariposas Morpho.
así como monstruosas arañas peludas, de las más grandes del mundo:
Cap. IV. Tocantins y Cametá. Bates y Wallace ascendieron por el río Tocantins (pico de tucán, en lengua tupí), que hoy le da nombre al Estado de Tocantins, segregado del de Goiás, con provisiones para tres meses.
Le llamó la atención los hermosos guacamayos azules y los botos (delfines de agua dulce)
Visitó la ciudad de Cametá, hoy con 120.000 habitantes:
Cap. V. Caripí y Bahía de Marajó.
Se alojó en una vieja mansión, en la costa, donde salía a cazar insectos, alpacas y agutíes.
Cap. VI. EL Bajo Amazonas. De Belem a Óbidos (Pará).
En aquella época una agradable ciudad de 1.200 habitantes,rodeada por plantaciones de cacao. Hoy el municipio tiene 50.000.
Describe a quí a los peces gato acorazados Loricaria
y a la gran mariposa Morpho hecuba que puede alcanzar hasta 20 cm:
Cap. VII. El Bajo Amazonas. De Óbidos a Manaos, o la Barra del Río Negro.
En este tramo vió los monos aulladores:
y las grandes hojas de la ninfácea Victoria regia:
Al final de este tramo se volvió a encontrar con Wallace, pero cogió la fiebre amarilla,enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti:
el mismo que transmite las también virales dengue y chikungunya.
Actualmente estas enfermedades también se pueden transmitir en Brasil por el introducido mosquito tigre, procedente del SE asiático, Aedes albopictus:
Cap. VIII. Santarem (Pará).
Aquí se une el tapajós con el Amazonas.
Cap. IX. Ascenso del Tapajós. Aquí comienza a tener contacto con las rayas, pirañas y anacondas. Aquí se comió un mono-araña:
A 850 km de la desembocadura aun se notan las mareas, debido a la horizontalidad del terreno.
Cap. X. El Alto Amazonas. Viaje a Ega (hoy ciudad de Tefé). Navega por el Solimões(para los no brasileños, sigue siendo el Amazonas), que debido a que atraviesa terrenos arcillosos, no se mezcla en su confluencia con el Río Negro:
Cazaron y comieron un manatí:
Los autóctonos comen habitualmente tortugas.
Cap. XI. Excursiones por las inmediaciones de Egas. Aquí encontró munerosas huellas de jaguar u onça :
Cap. XII. Animales en las inmediaciones de Egas. Aquí describe el cacajao calvo:
y el extraño Kinkajou, un prociónido, como los coatíes.
Cap. XIII. Excursiones más allá de Ega. Aquí quedó entusiasmado con el descubrimiento de la mayorCallicore: C. excelsior:
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